Esta idea surge de la situación actual y de la necesidad de los estudiantes de no perder ritmo de aprendizaje en estos momentos en que deben estar en casa. Sin embargo, uno de los posibles problemas es que los padres no siempre están actualizados con los contenidos educativos, algunos los han olvidado; o eventualmente, no saben cómo “llegarles” a sus hijos en un rol que por lo general no han jugado. Además, en varios casos, los padres no tienen habilidades tecnológicas y ello es también un obstáculo al desarrollo de una propuesta educativa que los haga protagonistas con sus hijos.